Aparte he añadido que el odioso machismo en las familias monoparentales hace que los cachorros macho disputen con las madres por el dominio del territorio sin considerar que somos las que les mantenemos, osea sus huéspedes.
Esta estructura social por ser contranatural ( En este caso no les permite un territorio privado, una vivienda en usufructo cuando físicamente sanos tienen sus necesidades fisiológicas ajenas a comer o beber ) lo único que ocasiona son problemas de convivencia o insanas relaciones
Opino que los hijos no han de estar presentes ya que es de cara a ellos la estrategia a seguir.
La estrategia ha de ser una a dialogar y seguir los adultos padre y madre. Los padres han de llegar previamente a un acuerdo en que establezcan que concesiones están dispuestos a hacer y donde no están dispuestos a ceder o los hijos se aprovecharan de su inseguridad, una falta de firmeza que no será buena para ellos pues se la transmitirán, con lo cual también les harán inseguros.
Marcar los límites ante los hijos no. Tome la palabra el padre o la madre los hijos han de ver que el que sea tiene el absoluto respaldo del otro, para lo que es preciso conversar no estando estos presentes. Así ni estarán presentes ante las posibles recriminaciones de las cuales también se pueden valer los hijos.
Somos más flexibles. Hoy las normas para que haya una buena convivencia no son rígidas, pero han de existir y con unos límites claros a establecer por los adultos. Una vez hecho esto es cuando se razona con los hijos.
Espero expresarme bien, aunque no como tú.
La estrategia ha de ser una a dialogar y seguir los adultos padre y madre. Los padres han de llegar previamente a un acuerdo en que establezcan que concesiones están dispuestos a hacer y donde no están dispuestos a ceder o los hijos se aprovecharan de su inseguridad, una falta de firmeza que no será buena para ellos pues se la transmitirán, con lo cual también les harán inseguros.
Marcar los límites ante los hijos no. Tome la palabra el padre o la madre los hijos han de ver que el que sea tiene el absoluto respaldo del otro, para lo que es preciso conversar no estando estos presentes. Así ni estarán presentes ante las posibles recriminaciones de las cuales también se pueden valer los hijos.
Somos más flexibles. Hoy las normas para que haya una buena convivencia no son rígidas, pero han de existir y con unos límites claros a establecer por los adultos. Una vez hecho esto es cuando se razona con los hijos.
Espero expresarme bien, aunque no como tú.
( Añado tras inseguros ! No puede ser los adultos les hagamos dudar de que es lo correcto e incorrecto. Las posibles inseguridades han de superarlas, hemos de superarlas los adultos en privado )