Dicen que existiera un divino faraón rey, dueño, amo, señor, propietario
del Sol personificación - mucho antes hubo otros que dándole a la mandrágora al Sol personificaban y a la luna, Selene, con el Sol y su corte las estrellas -
que no queriendo extinguirse fue y una costumbre cambió
ya que se negó a casar con una carnal parienta.
Su ADN o sangre real a causa del incesto o la endogamía
tenía máculas, lunares, taras, fallos, errores, defectos que a una saga de parientes extinguió
tras nacer muchos enfermos de esto o aquello o lo demás.
Dicen que nunca iba como cabeza de su ejército al frente,
jamás les encabezaba que tal hábito cambió
para no correr los riesgos, los peligros de su ejército.
Dicen que de sus costumbres se quedó con lo bonito
del dueño, amo, señor, rey, propietario;
del listillo faraón
que era a otros heredar y como herencia dejar
viviendo como un gorrón a expensas del trabajo
y sacrificios y carencias de dicha herencia o legado.
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