Es el hombre una secuoya,
no es el hombre un brote verde
al que una brisa le dobla,
frágil la cabeza pierde.
Es el hombre un roble recto,
derecho, firme, intachable
no sucumbe sople el viento,
el torbellino o tsunami
Es el hombre el referente,
el héroe que no se vende
ni tienten los huracanes
ni que las trombas le tienten.
Es el hombre sus principios,
valores que son finales
por los que jamás se vende
sabiendo que es impagable,
que el hombre no tiene precio
por ser el suyo el más grande;
que el brote verde se vende,
que el brote verde es comprable
por ser tan ínfimo el precio
como es él de miserable.
Es el hombre una secuoya,
no es el hombre un brote verde
al que una brisa le dobla,
frágil el juicio, razón pierde.
no sabe ya lo que hace.
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