Civismo. La Buena Educación.

 Que nuestro lógico entusiasmo no nos maleé nuestra buena educación, nuestro ejemplar civismo.
Que yo sepa somos en líneas generales un pueblo bien educado, civilizado desde todos sus ángulos.  Las excepciones bien las hemos criticado constructivamente, como no ha servido de nada es más que nuestro deseo botarlas el 20D.
Pero educación no abarca exclusívamente cuanto se relaciona con la economía y demás.
Educación es un comcepto muy amplio, que no significa ser pijos pero tampoco otras cosas.
Creer que se puede lograr una sana convivencia, unas relaciones saludables sin guardar un cierto decoro en algunas ocasiones es credulidad propia de mentes inmaduras. Unos comportamientos bárbaros, indelicados, groseros de palabra, acción u omisión hacen imposible la civilizada, sana, buena convivencia.
 Las formas respetuosas en un fallecimiento accidental o ante una muerte natural son un signo de empatia con quienes han sufrido la perdida de un ser querido.
Esta capacidad de empatizar delata nuestro civismo. No somos unos animales irracionales dementes por ser civilizados, racionales, humanos.
 Estas maneras respetuosas en los casos de asesinato también son signos de empatia,  que delantan el civismo de los pueblos, empatia cívica de la  que dimos muestra ante nosotros mismos, el pueblo francés y los demás pueblos con nuestro #CharlieHebdo.
Ante nosotros hay un reto, son las elecciones del 20D
¿  De perder ahora los modales llevados por el entusiasmo cuáles serán nuestras formas en malas circunstancias ?
Cierto no podemos acompañar a los familiares, ni guardar un minuto de silencio por los dos españoles asesinados defendiendo nuestra embajada en Kabul, pero un mínimo de decoro con sus familiares, amigos y compañeros sí que podemos tener como lo tuvimos con Francia.
A mayores, y es muy importante, no les estamos honrando como héroes que han sido. Estamos restando heroicidad a su acto; lo estamos tratando como si hubiese sido un accidente colateral y no como lo que fue, un atentado terrorista. 
Pero hay más.
Hablamos y en los mítines escuchamos hablar y hablar de Memoria Histórica cuando ellos acaban de fallecer y ya no les recordamos con un simple recordatorío similar al de #CharlieHebdo
Que nuestro natural, lógico, normal entusiasmo no nos maleé nuestra buena educación, nuestro ejemplar civismo.
Dentro de él hay lugar a unos instantes para hacer lo que debemos a ellos, por las vidas que prematuramente les han arrebatado y a sus familiares, amigos y compañeros.