Siendo niña, muy pequeña, cuando alguna comida no me gustaba me ponía a llorar hasta quedarme morada.
Un día de esos me cogió mi protectora madre, me sentó en la silla bien sentada y
- Aquí se come de todo y todos coméis lo mismo ! Mano de santo. Se hizo justicia !
A escala grande quien tiene la responsabilidad protectora, cuidadora, aseguradora de la salud y vida de la Familia se lo aplique, ya que los niños caprichosos suponen carencias para los demás lo que es igual a debilitadora enfermedad.
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