Dirigido a estos receptores que pululan por este medio, quizá vuestras revistas, no se puede utilizar la misma forma que en occidente.
" El señor de la cimitarra " o similares les pega a estos brutos, salvajes, primarios, irracionales, bestias.
El título ya tiene que resultarles atractivo, a ellos, así como el o los protagonistas para que escuchen a uno hasta concluir lo y cuanto uno quiera mostrarles, darse a conocer con todo cuanto conoce directa o indirectamente. El desarrollo suyo y la trasmisión a otros es lo que queda.

No hay comentarios:
Publicar un comentario