En la casa de la Irene
todo el mundo es ya mayor,
así que todas y todos cooperan,
hacen lo que mejor saben
y a todos les beneficia
sin que existan diferencias
como en la casa Lucia,
donde hay niños a aprender
a cooperar y que ello les beneficia
En la casa de Ismael
se da jarabe al enfermo,
al sano no se le da
En la casa de Ismael
se da jarabe al enfermo,
al sano no se le da
y no es que sean distintos,
que Ismael sea un injusto.
Por absurdo que hoy nos parezca, pues lo es, el origen del supremacismo lo desencadenaron los drogadictos, los adictos a las plantas alucinógenas que estaban convencidos y convencían de que sus alucinaciones bajaban del cielo volando, del sol al que animistas como eran concedían sus cualidades practicando la prosopopeya literal, de ahí que esta ridícula idea suya que dio lugar a la dualidad la simbolizasen con animales y otros seres alados.
Alucinaciones superiores, divinas, celestiales, extraterrenales, extraterrestres encarnadas en ellos. Las ideas de los demás no eran superiores lo que les hacía inferiores, exclusívamente terrenales, pero a su sombra surgían escalonadamente sus favorecidos y desfavorecidos a servirles, las castas o clases.
Y volvían a subir volando con sus alitas.
Y volvían a subir volando con sus alitas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario