Conocer al enemigo permite deducir sus jugadas o movimientos, luego adelantarse a ellos.
La sustitución del término esclavo, explotado por huésped, huéspedes aclara la visión.
Botín de esclavos ! Botín de huéspedes a parasitar !
La Inquisición fue un golpe de terror, pero nosotros tenemos otro muy cercano en que
astutamente suprimieron el Santa.
Escalonadamente vemos que sus partidarios fueron favorecidos, así la escala más baja le fueron concedidos estancos, loterías, medallas, pensiones por mutilaciones.
Golpe De Terror De Los Avispones
Las ya avispas se irían lejos a chillar ! Recuperadnos nuestros - posesivo irracional - dominios, recuperadnos nuestros dominios mientras vivimos como dios muy lejos !
El resto de los habitantes se dividiría en dos grandes bloques; partidarios y adversarios. De perder
el bloque configurado por todos los españoles este, los supervivientes tras la sangriente histeria pasarían a ocupar un lugar similar al ocupado por los republicanos y descendencia. El bloque de los partidarios serían los escalonadamente favorecidos.
Entre los favorecidos estarían sus aduladores, serviles lameculos que les darían gratis, que sin merecerlos les regalarían los títulos de hombres, adultos, nobles, héroes, humanos ! Siendo claramente unos inhumanos cobardes, osea sin huevos o cojones ni ovarios para atacar en igualdad de condiciones.
Pronto, muy pronto mutarían a avispas con sus herederos carnales y no carnales para mantenerse entronizados sobre el cuerpo social huésped unas cuantas generaciones.
¿ Podrán salvarle, ser sus Salvadores no divinizados, mitificados sin librarle o liberarle del mal o enfermedad de la que derivan todos sus males ?
A mayores comulgo con él, no puede ser que la ortografía tiranice a la lengua con sus dictatoriales reglas para que sea su esclava. Y diré, por si interesa, saltarse su dictatorial reglamento sirve para que algunos se fijen en lo que uno quiere mostrar.
De todas las perlas sobre
Gabriel García Márquez que resurgieron tras su muerte el pasado jueves, pocas como esta del año 1997, cortesía del Instituto Cervantes.
Se llevaba a cabo el Congreso Nacional de la Lengua Española en el
estado mexicano de Zacatecas, y el novelista colombiano tomó el estrado
para leer el texto
Botella de mar para el dios de las palabras, en el que dio sus impresiones sobre el idioma de Cervantes ante la inminente entrada al siglo XXI.
García Márquez habló en ese entonces de la riqueza de nuestra lengua,
y expresó que “nuestra contribución no debería ser la de meterla en
cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros formativos para que
entre en el siglo 21 como Pedro por su casa”.
De esa manera, García Márquez entonces dijo: “Jubilemos la ortogrfía,
terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haces rupestres,
firmemos un tratado de límites entre la ge y la jota, y pongamos más uso
de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer
lagrima donde diga lágrima ni confundirá revolver con revólver”