Quizá, no lo sé, en Hawái no sea tan preciso un protector cobijo como aquí
en que muchos se han quedado sin techo, sin su protección ante el frío, lluvias; la noche que propicia violaciones; todo tipo de agresiones de algunos primarios.
A mi no le me ocurriría castigarles; castigaría a quienes les han dejado sin techo.
¿ Cuántos buenos maestros-jueces comulgan con este juicio público, del pueblo maestro, nuestro ?
Y habiendo esta comunión como es que estamos así, cómo es que hay cantidad de pisos en los cuales sus habitantes son cucarachas, que tampoco pagan alquiler.
Ya sé la causa, el posesivo irracional, el posesivo de quienes no han alcanzado la edad de la razón, juicio ! No te lo dejo ! ! No te lo presto ! ! No lo comparto, muere de asco !
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