Este sano cerebro razonando, con los mismos pensamientos, ideas y en la misma forma agresiva de pensarlos que uno insensible, enfermo, acaba enfermando; en la misma medida que un corazón sano, semejantes por la forma y el funcionamiento que ambos son circuitos, en el que circulase debido a una transfusión una sangre enferma que causase una serie de arritmias desordenadas, enloquecidas.
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