La Opacidad De Lo Misterioso, Secreto

RINGGGGGGGGG
 Pronto sonaría el despertador por última vez cumpliendo su cometido.
Mabeg reclinó su mano entreabierta sobre la almohada y en esta el perfil de su rostro. Suavemente bajó los párpados. Esta vez era distinto, diferente a otras. Esta vez deseaba ver la brillante belleza de la negra noche que es la muerte.  Sin misterio, secreto, opacidad alguna se dedico a disfrutar su cercanía.
 Por un instante rememoró a su madre despertando a todos los hermanos. Recreó el barullo que se formaba a la hora de desayunar cumpliendo el obligado ritual previo a salir de casa. Los tazones eran inmensos y aquella leche coloreada por el café migado y endulzado con mucha, mucha azúcar sabía a gloria.
 De nuevo canta el gallo de neón del mundo de neón regresando a Mabeg a disfrutar de aquella viva oscuridad, de aquella oscuridad para ella atrayente  por lo clara.
Sus párpados,  al igual que su piel,  son como papel de fumar y la penetra un mínimo de luz diurna. Ello la fuerza a levantarse del lecho con la desgana del que se encuentra a gusto, feliz.
- Hay que estar tontos para creer que sin electricidad hay luz y calor humano con su fertilidad a todos los niveles. Y hay que estar más tonto para creerse sabio sin conocer a la Mujer ! También para creer sabio a quien no la conoce ! ! Y hay que ser...... para pintar misterioso luego atractivo  a las incógnitas, lo ignorado, lo desconocido !
 Y con los ojos abiertos, agradecida prosiguió viendo aquella pacífica y descansada y diamantina oscuridad que la hacía recordar a la brillante antracita que la acompañó en su infancia.
 Y siguió caminando cubriendo los puntos suspensivos que son el inexplorado, virgen futuro,  hacia su luminosa negrura admirando la belleza de su paz, de su sosiego, de todo cuanto niega la realidad, una realidad gobernada por una opacidad abrillantada con unto, como más de una brillante cabeza,  para que de el pego, para atraer inocencias desde el preciso momento de nacer a la vida.