Las matriarcas españolas no vivimos de cara al exterior, pero como estos, antagónicos que son, lo hacen todo al revés pues hasta regalan generosos con lo ajeno a un estado extranjero al cual tributamos como dominio o feudo plazas, catedrales y cementerios. Ser un manirroto, un despilfarrador con lo ajeno les hace quedar muy bien ¿ A cambio de...? No solo nos han arruinado, insaciables parásitos que son, nos han empufado.
En caso de crisis la primera en apretarse el cinto, viviendo ya con él apretado, es la matriarca y no al revés.
En casa cada uno se encarga de su cuarto regido por la educación matriarcal, así las CCAA.
La educación matriarcal, que incluye los idiomas, es nuestra rica herencia materna a transmitir que parecen querer desaparezca, quizá por lo exigente.
No lo desarrollo más.
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