Sentábanse lombrices empresarias
con lombrices gobernantes, banqueras,
traficantes. Y algún pariente real.
Sentábanse torno una gran mesa
en la que la presa era, erase un huésped gigante
en que todos recibieran buen trozo para cebarse.
Nadie había defendiera que el protector que tuviera
para que no se ensuciaran, tuvieran limpia su imagen, ciego
su propia imagen manchara
siendo tajada en la mesa, que era un pedacito más de huésped para trinchar,
los cubiertos en la presa amenazando al gran huésped
Y hubo pedazos pinchados
- Dado que soy condenada, que a muerte me condenáis,
! Respetad mi voluntad Esta última voluntad !
! Permitidme desahogar. Expirar este mi asco
y no me pidáis silencio. Mucho menos lo impongáis !
! En tal crítico momento debéis comprender que muerdo a la mano que me acalla !
Ya que estáis todas cebadas y el huésped ya está lamido
y hábitat vuestro es la mierda pues igual valor que ella
! Mejor sea el San Martino. El San Martín Las Lombrices
y seamos el huésped libres de parásitos y piara !
! Qué se inviertan los cubiertos por esas manos de huésped
que equivocan la pitanza !

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