Érase una vez que era
el hombre, adulto mental
creyendo que era inferior,
que érase insignificante
pues de tanto trabajar
tenía el lomo doblado.
Al tiempo a otro descansado
por prepotente estirado
creía que era superior
no siendo más que un primario,
que un bajuno teatral
todo él superficial
que no sabía ganarse ni su techo
ni su pan y menos aún sus excesos,
debilidades, antojos,lujos, caprichos
que le eran innecesarios;
techo, pan y esos excesos que disfrutaba
sudados por el adulto
que no veía su altura, estatura, talla
adulta, moral por ser doblada su espalda.
Decían en nuestras casas
en el lenguaje de las fábulas
de algunas que eran lagartas
! Son lagartas y lagartos estirados
también dichos reptilianos,
instintos que se han viciado
en vivir a todo tren
a expensas del sudor ajeno, adulto !
! En Pie En Vez Agachado !
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