Llorar es lo que me queda
Llorar líquido salino
que libre encauza mi cara
y estas ridículas letras
que encadenan en palabras
intentando desahogar,
no sirviendo para nada
Ojalá fueran rocío
del que agradecen
anunciando la mañana
las agradecidas plantas
que decoran el contexto,
oxigenan nuestro aliento
y sirven como alimento.
Ojalá su gratitud sirviese de referente
La ingratitud nunca es grata,
desagrada
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