Fue en el desierto de asfalto
donde no brotan los frutos
ni dan sus flores los cactus.
Siendo allí todo desorden,
siendo el caos, la confusión
el Honor volvió a la vida,
como el Fénix renació
para hacerse el responsable
donde no brotan los frutos
ni dan sus flores los cactus.
Siendo allí todo desorden,
siendo el caos, la confusión
el Honor volvió a la vida,
como el Fénix renació
para hacerse el responsable
de las saludes y vidas
que la ruindad rendía
que la ruindad rendía
sirviéndose de artimañas.
Como un bosque de secuoyas
dormido habiendo sequía,
Como un bosque de secuoyas
dormido habiendo sequía,
como un fuego que dormita
despertó, volvió a la vida
en un bosque de varones
que por interior tenían
a los héroes, a los mitos;
a los dioses protectores,
defensores de la vida,
en un bosque de varones
que por interior tenían
a los héroes, a los mitos;
a los dioses protectores,
defensores de la vida,
Cuenta la mitología
sus ocultas mariposas;
sus mentes, almas sublimes,
que aquellos ángeles, dioses
tejieron el más gigantesco manto
sus ocultas mariposas;
sus mentes, almas sublimes,
que aquellos ángeles, dioses
tejieron el más gigantesco manto
con las alas renacidas
para velar de las desvalidas criaturas
habidas sobre el gélido hormigón.
para velar de las desvalidas criaturas
habidas sobre el gélido hormigón.
Cuentan los mitos, los cuentos;
es narrando la ficción
de la que son fundamento,
la base del trovador
que con ellos sucumbió
todo artífice del caos,
la confusión de aquel tiempo
causa de todo tormento.
Que aquella noble arboleda,
que aquella altiva floresta
es narrando la ficción
de la que son fundamento,
la base del trovador
que con ellos sucumbió
todo artífice del caos,
la confusión de aquel tiempo
causa de todo tormento.
Que aquella noble arboleda,
que aquella altiva floresta
de nobleza, integridad
firme, recta, más derecha
que los robles y palmeras
con su orden llevó el orden
dando fin a aquel desorden
donde era tildado de hombre
quienes sin integridad
confabulaban el caos,
la confusión, el desorden
firme, recta, más derecha
que los robles y palmeras
con su orden llevó el orden
dando fin a aquel desorden
donde era tildado de hombre
quienes sin integridad
confabulaban el caos,
la confusión, el desorden
Morales, mayores, grandes
Todos adultos mentales,
cívicos por ser ya hombres
con su orden pusieron orden
donde mandaba el desorden,
donde gobernara caos,
donde equívoco imperaba
por ser él la confusión,
el error que engaña, miente
sirviéndose de apariencias.
Todos adultos mentales,
cívicos por ser ya hombres
con su orden pusieron orden
donde mandaba el desorden,
donde gobernara caos,
donde equívoco imperaba
por ser él la confusión,
el error que engaña, miente
sirviéndose de apariencias.
Se doblaron los regios cipreses
del Olimpo de los héroes, de los mitos,
de los dioses que es el cuento,
la ficción de que son
la base real, legítima, natural
para dar a todos sombra
y prolongar el camino
a seguro hacia ese destino
que es la inevitable muerte.
y prolongar el camino
a seguro hacia ese destino
que es la inevitable muerte.
Desde entonces son llamados,
por los pueblos nominados
Caballeros del Honor
pues cumplieron la esperanza
de dar orden al desorden
con sus ordenadas vidas.
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