Ni su natural culminación, las naturalezas de verdad, reales, auténticas han de desaparecer
para que triunfe sesa su demente idea
De realizar ellos los planos de las pirámides, por ejemplo, se hubiesen caído nada más comenzarlas ya que sus cerebros preevolucionados e intoxicados por las plantas alucinógenas les hacían incapaces de realizarlos bien, por lo cual precisaban quienes los realizasen, realizasen fielmente o como fieles instrumentos el conjunto - edificios e imagineria de unas y otras especies - a reflejar su idea, reflejo que pretenden sea eterno.
A los de verdad hay que cazarlos y exterminarlos que son previos a la culminación en, por ejemplo, este su reflejo, reflejo que culmina dicha especie como:

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