Un edificio, la casa, llamado geografía española
Unos jardines y españoles huertos
Unos y otros animales nuestros
Y una Gran Noble Familia formada
por multitud de familias, de pequeños hogares
con sus Sagrados Patriarcas y Matriarcas Protectores
de todos los menores son el Gran Hogar Español,
un Gran Hogar con un problema a solucionar,
por ser Protectores, por dichos Cabezas de Familia,
Padres Espirituales, Maestros Mentales, Pastores, Guías, Orientadores, Tutores
que a un ramillete de cuatro no han criado...
! Tanto es así que se atreven, que tienen la osadía
de mandarles en su propia casa callar
siendo, como son, unos intrusos en esta Gran Familia !
siendo, como son, unos intrusos en esta Gran Familia !
La Ancestral Solera Del Matriarcado Español.
Generación tras generación tras generación en esta geografía, que podemos y debemos sin obligatoriedad considerar el equivalente a los edificios en que habitamos las familias españolas, se ha venido transmitiendo y así se ha conservado hasta llegar a nuestra actualidad el Matriarcado, un Matriarcado que no admite favoritos, que no admite instintos de conservación bitongos a expensas de la salud y vidas - como parásitos que son - del resto y mayoría de la Familia Española ! Ni los va a consentir, como no va a consentir falten al respeto al Sagrado Matriarcado Español !
A las dadoras de vida - o mediadoras entre naturales, legítimos Patriarcas e Hijos - siempre las respetó el natural Patriarcado, los verdaderos, reales, auténticos Patriarcas. Y el Sagrado Matriarcado al Sagrado Patriarcado, respeto mutuo.
Apiano al relatar las campañas de los romanos en Iberia escribía: “las mujeres luchaban al lado de los hombres, y morían con ellos, sin dejar escapar jamás grito alguno al ser degolladas”. En su descripción comentaba que llevaban armas y que luchaban con ardor al igual que los hombres, sin hacer gesto de huir, llegando incluso al sacrificio tanto de ellas como de los suyos, antes que caer en la esclavitud, de todo lo cual Estrabón también se hizo eco en su relación de las tierras iberas. Aunque esto también se puede hacer extensivo, como se puede comprobar por las Fuentes, al resto de la Europa celta.
A las dadoras de vida - o mediadoras entre naturales, legítimos Patriarcas e Hijos - siempre las respetó el natural Patriarcado, los verdaderos, reales, auténticos Patriarcas. Y el Sagrado Matriarcado al Sagrado Patriarcado, respeto mutuo.
Apiano al relatar las campañas de los romanos en Iberia escribía: “las mujeres luchaban al lado de los hombres, y morían con ellos, sin dejar escapar jamás grito alguno al ser degolladas”. En su descripción comentaba que llevaban armas y que luchaban con ardor al igual que los hombres, sin hacer gesto de huir, llegando incluso al sacrificio tanto de ellas como de los suyos, antes que caer en la esclavitud, de todo lo cual Estrabón también se hizo eco en su relación de las tierras iberas. Aunque esto también se puede hacer extensivo, como se puede comprobar por las Fuentes, al resto de la Europa celta.
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