Cauces recorren mi rostro
y mi cabello ya es blanco,
Invierno, tramo final
en que sigo paseando
Alargo el proceso breve
Sin prisa. Saborear
para así diferenciar,
distinguir que desechar
e incluir la calidad,
a las buenas, buenas gentes
por maduro su pensar.
Voy sin pausa y sin correr
al inevitable azar
lo que permite observar
y me complazca la brisa
Y observo en mi caminar
ridículos animales,
animales de dar risa
pues no son de calidad
que siguen primaverales
sin saber seleccionar
y ellos sin seleccionar
por no adaptar a su carne
Carne estival, otoñal o invernal
como es mi carne,
la carne en que mi viaje
hacia la meta final
no existiendo linea recta,
la matemática recta
sino ralla natural,
una recta moderada
que ondea como la mar
Moderar, equilibrar, sincronizar, adaptar
las estaciones del alma
con las de la carne, cuerpos
y no ser psíquico fruto,
fruto verde y fruto duro,
espíritu irracional, no pensante
siendo en verano la carne
o en otoño o en invierno.
No ser un bárbaro, bruto, tarugo
No ser un niño ignorante
Aspirar a niño ser
pero ser niño pensante
Pero ser un niño por sabio viejo,
adulto, cívico, evolucionado, maduro
al comienzo del verano, el estío de la piel.
Caprichoso, caprichoso
niño malcriado, bárbaro, ignorante
! Psique verde, inmadura,
y por inmadura dura, duro alumno de aprender !
Caprichoso, caprichoso
Fruto verde, fruto duro,
fruto soso, sin color y sin aroma,
la fragancia, esencia de los maduros,
adultos, civilizados, evolucionados.
Camino. Alargo el camino
Paseo. Voy a mi ritmo.
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