domingo, 30 de noviembre de 2014

Testimonios Caducos






 La sal abrasa la membrana de sus ojos, lo que la obliga a abrir los párpados y de nuevo dos manantiales de agua marina ruedan por su rostro. Al bañar su faz se ramifican en afluentes, afluentes que laboran cauces, cauces secos cuando la líquida y salina corriente queda atrás
 ¿ Cómo ?
 ¿ Cuándo empezó ese rastro caduco de su infelicidad a evolucionar a un árido desierto de piel, humana piel ?
No todas las huellas han sobrevivido en palabras, en artísticos testimonios como meadas de fieles perros a seguir, a rastrear por otros fieles perros a nuestros criterios.


 

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